La evolución y mejora en mis pacientes día a día es lo que hace que sea exigente con mi formación y práctica para poder integrar la terapia de forma holística.

Me motiva ayudar a las personas que siempre han sido etiquetadas en el ámbito escolar y / o laboral, TDA, Dislexia, torpons, falta de equilibrio, etc.

Me motiva ayudar a las personas que sufren pérdida de memoria, mala coordinación y piensan que es por la edad cuando en realidad pueden mejorar y potenciar estas habilidades neurocognitivas y neuromotoras.

Mi profesión me encanta y no hay mejor satisfacción que ver la evolución y mejora en mis pacientes desde 3 a 90 años.

Ofrezco un servicio integral de la salud visual y bienestar, donde hago prevención, detecto y trato todas las disfunciones o alteraciones visuales por mala adaptación al entorno o falta de desarrollo en alguna fase evolutiva, ocasionando de forma inconsciente al paciente cierto disconfort visual, malas posturas, sintomatología y malestar general.

Como optometrista comportamental, trato la visión como una parte del conjunto del cuerpo y de la persona.

Primero hago un estudio funcional del sistema visual, del desarrollo psiconeuromotor posturología integrativa y del análisis de la percepción y el aprendizaje, con el objetivo de desarrollar las habilidades adecuadas para que el sistema funcione de manera eficaz.

La primera visita tiene una duración de entre 1 y 2 horas, según si es dedicada a niños con problemas de aprendizaje o adultos con dificultades visuales. Es recomendable realizarla durante la mañana, porque es de gran importancia valorar por primera vez el sistema visual en condiciones de máximo descanso posible.

Una vez realizada la primera visita, según sea el diagnóstico se sigue un programa de reeducación visual totalmente personalizado según las necesidades del paciente, su entorno, su motivación, sus síntomas y el tiempo que pueda dedicar.